El gravísimo delito de Linda Gibbons ha sido pararse, con una pancarta, fuera de clínicas abortistas en Canadá, desde 1994, buscando también aconsejar. “Entonces la pancarta sería muy agresiva, y por eso la meterían a la cárcel”, podría venir a la mente. No. Por poner un ejemplo, una de sus últimas pancartas decía: “¿Por qué, mamá? Si tengo mucho amor que dar”.
En octubre de 1999, por citar un caso, la policía de Toronto usó métodos violentos para arrestar a Linda Gibbons. ¿Motivos? La abuelita estaba fuera de una clínica para asesinar niños, tratando de hacer reflexionar a las mujeres que iban a entrar. La policía también arrestó a los tres reporteros que cubrían la nota y les confiscó las cámaras fotográficas. En esa ocasión, después del arresto, Linda permaneció las primeras 26 horas sin comida, bebida o cobijas para pasar la noche. En otro momento, Gibbons fue condenada a seis meses de prisión por haberse manifestado pacíficamente. Paradójicamente, su compañera de celda había sido condenada a tres meses por una agresión con violencia, y que ciertamente no tenía que ver con la defensa de la vida.
Un artículo publicado por Nigel Hannaford en The Calgary Herald (cf. 04.10.2008) hacía notar un contraste en el trato dispensado a la abuelita Gibbons: “Si Gibbons fuera una sindicalista que participara en una huelga, podría gritar tanto como quisiera. En este país (Canadá), la policía se mantiene a distancia aunque rompan los cristales a los camioneros. Entonces, ¿dónde está el problema si una mujer se dirige pacíficamente a otra que va a una clínica abortista? Ah, dice el otro lado, nadie debe interferir en un asunto que tiene que ver con la salud del otro. Es verdad. Pero la mujer no está enferma, está embarazada. Dada la sangrienta realidad del aborto, preguntar a alguien si realmente sabe lo que va a hacer parece justo”.
La abuelita Gibbons es un testimonio de amor a la vida, también a la del prójimo y, sobre todo, a la del más indefenso; es un ejemplo de tesón, perseverancia, fe y esperanza. Suele decirse que son los pro-vida los que quieren meter mujeres a la cárcel por abortar (algo completamente falso, dicho sea de paso), pero el caso concreto de Linda Gibbons pone de manifiesto que realmente, en la práctica, sucede lo contrario. ¿Conoce usted a alguna mujer que por abortar esté en la cárcel?
El video del aborto es impresionante .
ResponderEliminartodos deberiamos de estar consientes que es un "CRIMEN". Y NO EXISTE CASTIGO.
Muchas Felicidades a la Abuelita Gibbson pues se está ganando el Cielo que es lo que realmente importa ganarse en esta vida! Y que siga adelante!
ResponderEliminar¡Sensacional reseña de esta súper mujer!
ResponderEliminarPues bien es cierto que los que están a favor del aborto es porque ya han tenido la dicha de nacer, habría que preguntarnos y preguntarles ¿Tendriamos la necesidad de escucharlos hoy día, si hubieran sido abortados?
ResponderEliminarLa respuesta es obvia: "La vida no es un juego,no comienza en el momento que las personas lo dicen sino en el momento mismo que la naturaleza lo dictamina"