jueves, 29 de septiembre de 2011

«Me salgo del Regnum Christi»… Tras el programa de TV, algo debe cambiar

Entre las muchas lecciones que nos dejó el viaje del Papa a su país natal se encuentra la respuesta a una pregunta aparentemente «espinosa» por parte de un periodista en el vuelo rumbo a Alemania. «En los últimos años –decía el interlocutor de Benedicto XVI– se ha dado un aumento de abandonos en la Iglesia, en parte a causa de los abusos cometidos contra menores por miembros del clero. ¿Cuál es su sentimiento sobre este fenómeno? ¿Qué les diría a quienes quieren abandonar la Iglesia?».

He recordado la pregunta a raíz de varios mensajes de correo que comencé a recibir desde el pasado 26 de septiembre (también de algunos comentarios en el blog que, al no seguir la política ahí explícitamente citada para comentar, no he podido dejar pasar). Son a raíz de un programa emitido en un canal de televisión mexicano, «Milenio TV», acerca del fundador de la Legión de Cristo.

Uno de los mensajes decía, por ejemplo: «Después de esto yo me salgo del Regnum Christi». Y en otro una señora comentaba: «Es un deber moral que todos ustedes se enteren de la verdad y como no los dejan y les lavan el cerebro Dios Nuestro Señor les pedirá cuentas muy graves por la ignorancia voluntaria». Otros tantos mensajes van, más o menos, en la misma dirección. Algunos más me exhortan a que «diga la verdad». Por respeto a las personas omito sus nombres y expreso desde aquí mi gratitud por sus correos. Se puede decir que este texto es ya una forma de respuesta.

Cuando se reciben «e-mails» del estilo uno piensa que efectivamente hay algo que ha sacudido el interior de las personas y que sus mensajes, en consecuencia, son la manifestación externa de una inquietud interna.

Siendo un religioso más de la Legión de Cristo y hablando estrictamente a título personal (con la experiencia, eso sí, del ejercicio de análisis periodístico que desarrollo desde hace casi siete años), debo decir que el programa de media hora emitido el lunes 26 de septiembre en México presenta una única «novedad»: algunas fotografías del P. Maciel, la sra. Norma y su hija, además de otras de mayor impacto visual en cuanto que presentan al P. Maciel ya como moribundo, ya como cadáver.

En unas y otras aparecen algunos legionarios de Cristo, por lo que el programa –y luego diferentes publicaciones de prensa impresa y digital– sugiere dos cosas: 1) que ya se sabía antes de 2006 de la existencia de la hija y de la relación, y 2) que los legionarios acompañaron hasta el fin al fundador. El resto del tiempo se dedica a un repaso del caso en cuestión: de 1997 a 2010. Al respecto, sobre ese repaso, para quien está familiarizado con el tema, nada de lo expuesto supone una novedad. De hecho, el mismo programa cita la postura institucional de la Legión de Cristo respecto al P. Maciel según el conocido comunicado del 25 de marzo de 2010 donde también se describe el camino largo y laborioso para pasar de la imagen idealizada que muchos teníamos a la verdad cruel que al inicio casi nadie podía creer.

Lo que ha causado «inquietud» en algunas personas, comprensible ciertamente cuando las imágenes son acompañadas con interpretación de las mismas, son las fotografías.

Sobre las imágenes del P. Maciel moribundo o ya difunto, lo que se ve son dos consagradas, una enfermera y sobre todo a varios sacerdotes, entre ellos el P. Álvaro Corcuera, L.C, administrando los sacramentos u ofreciendo las oraciones que la Iglesia recomienda para el acompañamiento que se da a todo cristiano en sus últimas horas. Quienes hemos escuchado de boca del propio P. Álvaro cómo se vivieron esos momentos (yo lo escuché en conferencia a todos los legionarios de Monterrey en la primavera de 2009. Análogas conferencias se tuvieron con legionarios en otras ciudades), no es causa de sorpresa.

Por otra parte, al ser momentos de especial intimidad en la vida de las personas, resulta injusto divulgar o reinterpretar fotografías sacándolas del ámbito en que fueron tomadas o «exigir» de un sacerdote un oficio distinto del que le compete en cuanto ministro de Dios también –y yo diría sobre todo– para una persona «muy cercana» y a la vez un hombre mortal y pecador que se acerca al juicio definitivo.

Las fotografías donde el P. Maciel aparece con la sra. Norma, su hija y algunos legionarios o consagradas, hacen pensar que «ya todos sabían». Ciertamente salir en una foto no implica, por el hecho mismo, «tener conocimiento» de algo. Por conversaciones informales con algunos de los implicados se sabe que de suyo el P. Maciel presentaba a Norma y a su hija como bienhechoras, amigas o parientes lejanas. Y en ese contexto se «justificaba» mejor el trato que les dispensaba.

Tras un periodo fueron precisamente algunos de los fotografiados quienes se percataron de que algo no era normal en esa relación. La historia posterior de investigación para conocer la realidad, por parte de legionarios de los que ahora paradójicamente «se sospecha», es ya también conocida.

Desde luego que esto no resta un ápice a la gravedad de los delitos de abuso siempre reprobables y lamentables, pero, remitiéndonos al programa en cuestión, las informaciones precisan siempre de contexto para valorar mejor las situaciones y no aventurarse a emitir juicios precipitados.

Con la sabiduría que le caracteriza, el Papa Benedicto XVI respondía a la interrogante a la que hicimos alusión al comienzo:

«Distingamos ante todo la motivación específica de quienes se sienten escandalizados por estos crímenes que han sido puestos de manifiesto en estos últimos tiempos. Puedo entender que, a la luz de tales informaciones, sobre todo si se refieren a personas cercanas, uno diga: «Esta ya no es mi Iglesia. La Iglesia era para mí fuerza de humanización y de moralización. Si representantes de la Iglesia hacen lo contrario, ya no puedo vivir con esta Iglesia». […] En este contexto me parece importante preguntarse, reflexionar: «¿Por qué estoy en la Iglesia? ¿Estoy en la Iglesia como en una asociación deportiva, una asociación cultural, etcétera, donde encuentro mis intereses y si ya no me satisface me voy; o estar en la Iglesia es algo más profundo?». Yo diría que es importante reconocer que estar en la Iglesia no es estar en cualquier asociación, sino estar en la red del Señor, con la cual él saca peces buenos y malos de las aguas de la muerte a la tierra de la vida. Puede suceder que en esta red esté cerca de peces malos y lo perciba, pero sigue siendo cierto que no estoy por estos o por aquellos, sino sólo porque es la red del Señor, que es algo distinto de todas las asociaciones humanas; una realidad que toca el fundamento de mi ser. Hablando con estas personas pienso que debemos ir al fondo de la cuestión: ¿Qué es la Iglesia? ¿Qué es su diversidad? ¿Por qué estoy en la Iglesia, aunque haya escándalos y pobrezas humanas terribles? Y así renovar la propia conciencia de la especificidad de este ser Iglesia, del pueblo de todos los pueblos, que es pueblo de Dios, y así aprender, soportar también los escándalos y trabajar contra tales escándalos precisamente estando dentro, en esta gran red del Señor».
«Tras el programa de televisión algo debe cambiar», me escribió un joven amigo en otro mensaje. Y recordé la respuesta de madre Teresa a un periodista que le preguntó qué es lo primero que debería cambiar en la Iglesia (respuesta análogamente válida para la Legión y el Movimiento Regnum Christi). La contestación fue «tú y yo». A seguir construyendo.

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  1. Plasma en pocas palabras los pensamientos que pasaron por mi mente al ver este prorgrama. Nada nuevo, sólo recapitulaciones de lo ya antes publicado, pero las fotos.... estamos hablando de una persona humana(sea buena o mala)que no merece tal morbo ante esos momentos de mayor sufrimiento. Aclaro, no justifico sus actos y de hecho me parecen gravísimos y repugnantes, pero así mismo me parece el hecho de que hayan publicado esas fotos, algo repugnante. Somos personas, si no quieren llamarnos hermanos; somos de la misma especie, somos "equipo", ¿porqué hacerle a alguien lo que no nos gustaría que nos hicieran?
    Y lo que más me entristece es que al final del programa dejan todo en manos del Vaticano, como dándole una connotación de culpable por no "desaparecer" la Legión. Amigos, su problema es contra una persona, que ya fue o será juzgada por Dios... es tiempo de dejar de buscar culpables. El Regnum Christi ha hecho mucho bien y lo seguirá haciendo, hay muchas personas dentro que siguen con la firme y pura intención de salvar almas.. hay que unirnos a esta causa desde sus diferentes trincheras y Dios nos bendecirá.

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  2. Gracias por su comentario, de verdad. Con este artículo he querido responder a quienes me habían manifestado una inquietud y, de paso, si es de ayuda para otros, pues qué bueno. Lo más importante es seguir haciendo el bien, con los ojos fijos en Jesús. Ý si las analogías usadas para no perder de vista esto (me refiero a las citas del Papa) ayudan, qué bueno también.

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  3. No se puede negar que "del árbol caído todos quieren hacer leña", pero tampoco puede uno quedarse con la idea de que haciendo a un lado la imagen del fundador, (como si fuera un tumor que se extirpa) el resto del cuerpo sigue funcionando sin problemas. Soy de la idea de que la Legión tiene que ser muy crítica desde adentro, y admitir que ese "tumor" forzosamente tuvo que tener algún tipo de ramificaciones, y tienen que pasar por un proceso de limpieza y sanación, así como de buscar un resarcimiento con quienes se vieron afectados por las conductas abominables del fundador, no basta sólo un "perdón", sobre todo en aras rescatar una credibilidad que, en este momento, se encuentra sumamente devaluada.

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  4. Aunque no sé a quién estoy agradeciendo, gracias a la persona que dejó el último comentario. Creo que en buena medida ese proceso del que amablemente habla lo estamos viviendo (créame que desde dentro se aprecia mejor y se nota la dureza del mismo). Pero sería equivocado pensar en ir adelante sin pedir el perdón y sin esforzarse por vivir como perdonados y también sabiendo que los cambios van dándose poco a poco. De suyo ya se están dando y a ese tema dediqué hace poco un artículo tras un año de trabajo con el delegado. Tal vez no se ve pero es que los cimientos casi nunca se ve. Gracias de nuevo de todo corazón.

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  5. Mi entrada al RC fue en la epoca de mayor difusiòn de los problemas del fundador aun asi yo siempre pense que por algo Dios me enviaba ahi, nunca he visto nada en los padres que me ha tocado tratar aun asi me he percatado del sufrimiento de tales noticias en ellos , me ha dolido la salida de sacerdotes conocidos y claves para la legiòn pero hoy màs que nunca como dice el papa es que hay que empezar a cambiar cada uno , es una tarea dificil y no comprendida el formar parte del RC sobre todo en estos tiempos pero se que todo tendrà una recompensa, no me tocaron los tiempos de bonanza me tocaron los tiempos dificiles y asi pues bienvenidos.

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  6. Es cierto que no hubo mucha novedad, pero se nos probó el poder que tienen las imágenes y poner caras y voces a los comentarios. No podemos negar el impacto del programa. No podemos negar que a los miembros del RC que lo vimos, nos revolvió el estómago, la cabeza y hasta el corazón. El Papa nos está indicando el camino para cambiar, en especial a la Legión. A mi este programa me recordó que soy parte de los cambios y también estoy en mi derecho de exigir cambios y alineación con el Vaticano para que esta obra siga adelante como una obra de Dios.

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  7. Hermano:

    Gracias por siempre estar informandonos de lo que sucede y con contestaciones acertadas y bien pensadas. Para mi es seguir poniendole sal a la herida, y se permitimos que lo sigan haciendo, nunca va a sanar. Se que es algo difícil, y que cada quien lo esta viviendo de una manera diferente, pero creo que si no aprendemos las lecciones de humildad, entonces vamos a seguir en el mismo canal. Yo amo a mis hermanos del RC, y veo que hay muchos sufriendo en estos momentos. Pero, sabe? No podemos dejar herido a nuestro querido movimiento, e irnos cuando mas nos necesita (al menos que Dios lo haya pedido a cada uno por separado). Yo he recibido tanto de esto, que quiero ser parte del cambio, y cambiar el rumbo de la historia. El bien, al final de cuentas, siempre vence sobre el mal. Así que no hay que bajar la guardia. No hay mucho que decir a este respecto, sino pedir por todos nuestros hermanos para que sean sanados, y no forzar los tiempos de Dios. Cuenta con mis oraciones siempre.

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  8. Rox, Mane y Chelita, gracias por sus comentarios y, sobre todo, por estar ahí, por su testimonio y amor a la Iglesia. Estamos en un tiempo en el que debemos ver para adelante y es siempre alentador saberse acompañado por católicos como ustedes, hermanos en la fe que aman tanto a la Iglesia, que aman a Cristo.

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  9. Yo opino igual, aun sin haber tenido noticia de este programa más que por este artículo, ya que escribo desde España.
    Esta misma tarde lo pensaba y es algo que tengo siempre presente y a flor de piel: la tristeza por lo que hizo el fundador y todo el daño y sufrimiento que ha generado a tantas personas queridas es algo que nos va a acompañar a la tumba a nuestra generación. Se puede ofrecer y vivirlo con paz pero la tristeza está bajo la piel. Pero nuestra esperanza siempre es Cristo resucitado y su triunfo y su misericordia sobreabundan nuestros pecados por horribles que sean.He comprobado que se puede vivir una paz y alegría sobrenatural purificando la memoria de aquellos recuerdos que nos hacen daño y perdonando y comprendiendo las distintas reacciones de todos.
    Que Dios nos bendiga a todos.

    Mati

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  10. Saludos!!!

    Pertenezco al RC, sinceramente es extraño pero a mí en lo personal no me afectó tanto, pero si viví testimonios cercanos a los cuales les causó decisiones como abandonar la vocación, el movimiento o hasta la religión, sólo puedo decir que todos somos Iglesia, no podemos juzgar o desertar de algo en lo cuál creemos, entonces dónde está la fé? Todos en su momento hemos fallado, el que no sea hagan publicas nuestras malas acciones no significa que tenemos derecho a juzgar o condenar a alguien, no es justificable lo que pasa en el mundo ni lo que hacen las personas, sean de la religión que sean.
    Está en nosotros ser mejores personas y con nuestro ejemplo hacer que otros mejoren.
    Sigamos fieles hasta el final, Para los que pertenecemos al RC conocerán esta frase... "Todo por Cristo y por las Almas"

    Gracias por los artículos!!!

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  11. La respuesta de la Madre Teresa nos debería de hacer un alto y ponernos a reflexionar...el cambio está en nosotros, primero cambiemos nosotros para empezar de actitud y nuestro entorno cambiará. Si nosotros nos enteráramos de la doble vida de nuestro padre biológico, nos dolería muchísimo, nos enojaríamos pero depués aceptaríamos que es un ser humano falible como todos, probablemente perdonaríamos, recordándo sin dolor y seguiríamos adelante con una actitud positiva ya que la vida sigue y los próximos en caer podríamos ser nosotros.
    Por el gravísimo error de un ser humano, no se puede condenar toda una obra tan maravillosa y que tanto bien ha hecho así como a sus integrantes, es como si culpáramos a los hijos de los errores de sus padres.
    El Movimiento Legionario es una obra que Dios permitió y es de Él, el único que la puede desaparecer es Él así como su Iglesia que somos TODOS. Ojalá tengan el tiempo de reflexionar esto. Que Dios los bendiga.

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