Tebow es un jugador de fútbol americano conocido por evidenciar aquello que más le caracetiza: su fe en Jesucristo. Lo hace en privado y en público, incluso en el campo de juego (en la imagen aparece orando, arrodillado, en un momento del juego).
Y aquí otro video donde habla de su fe en un talk show:
Y por último un documental muy bien logrado donde también sale la mamá de Tebow:
Cuando se enfrentan los Denver Broncos de Tim Tebow con los San Diego Chargers de Philip Rivers, no sólo están a lados distintos del campo dos de los mejores quarterbacks en las historia del moderno fútbol americano (Rivers tiene uno de los cinco mejores porcentajes de pase de todos los tiempos), sino también dos cristianos convencidos y valientes y ambos públicamente pro-vida.
Philip Rivers.
Tebow, de 25 años, soltero, es evangélico y es tradicional verle hincar la rodilla y rezar al cruzar la línea de entrada en el campo. Rivers, de 30 años, casado y con seis hijos, es católico y serlo no es más fácil ahora que cuando nació, en Alabama, un estado típicamente protestante.
En su condado eran sólo quince chicos católicos, pero en una entrevista concedida a National Catholic Register, explica que esa necesidad de confrontar continuamente su fe con la de los demás le ayudó a convertir luego al catolicismo a quiene es hoy su mujer, Tiffany.
Ante todo, la misa dominical
Philip llegó a plantearse si jugar como profesional, a pesar de que era su sueño de toda la vida, porque la mayor parte de los partidos son en domingo: "Me gusta el fútbol, pero también quería poder ir a misa". Lo va consiguiendo asistiendo la víspera, o incluso a alguna iglesia tempranera, en el mismo día del Señor: "Una vez que he recibido la Eucaristía, estoy preparado para salir a jugar".
"Si pongo el fútbol por encima de mi fe y de mi familia, seré peor jugador, no mejor. Poner las cosas en su orden correcto te ayuda a hacer mejor cada una de ellas. Evitar la idolatría te ayuda a tener una correcta perspectiva de la vida, y a cambio a vivir con mayor eficacia. Lo primero es la fe, luego la familia, luego el fútbol", afirma.
Es la misma prioridad que reconoce a Dios su alter ego cristiano en la Liga, Tim Tebow: "Le conozco un poco porque tenemos el mismo agente. Me alegra hablar con él de cuando en cuando y saber que tiene convicciones fuertes. Yo también he manifestado públicamente mis creencias, aunque no de forma tan verbal o persistente. Cada cual tiene su forma de expresarse, y Tim tiene la suya".
Jesús en la Eucaristía
A Philip también le gusta citar la Bibila, como a Tim, y así, al hablar de la coincidencia entre algunas virtudes cristianas y las del deporte al que se dedica, cita San Lucas 16, 10 y la importancia de la disciplina o, en palabras evangélicas de ser fiel en lo poco para serlo en lo mucho.
Es lo que le transmitió también su padre, baptista converso al catolicismo que tras entrar en la Iglesia colocó la asistencia a la misa dominical como el fundamento de todo lo demás. "Simplemente, no te pierdes la misa. Y punto", les decía: "Y cuando el padre de familia dice que hay que ir, se va".
Esa asistencia a la misa dominical por encima de todo fue lo que, durante sus años universitarios, cuando empezó a destacar como jugador, y después, le mantuvo unido a su familia, sabedor de que, en la distancia (Carolina del Norte, Denver, St Louis, Chicago fue su recorrido), estaba cumpliendo el mismo precepto que ellos en Alabama.
"He conocido iglesias preciosas en todos esos lugares, pero lo que es aún más hermoso que las iglesias es que Jesús está siempre presente en la Eucaristía, y esto es verdad en cualquier iglesia católica a la que vayas".
La familia, una bendición
Rivers, con seis hijos a sus treinta años, anima a quienes se asusten creyendo que es imposible llevar esa carga: "Siempre les digo que los niños crecen. No siempre van a necesitar una vigilancia constante".
Rivers habla de fe y fútbol americano en un programa de EWTN.
Y añade: "Quien tiene miedo a tener demasiados hijos, verá años después que ese miedo se transforma en tristeza por haber tenido demasiado pocos. Hay gente que querría entonces desesperadamente tener más, pero ya no puede".
En la familia de la madre de Philip eran nueve hermanos, pero él fue hijo único durante once, hasta que llegaron dos hermanos más. "Cuando tienes tu propia familia es cuando te das cuenta de cuánto debes a tus padres", dice.
Tiffany y él han fundado Rivers of Hope [Ríos de Esperanza], una asociación provida que facilita la adopción de niños de forma permanente.
Importancia de la pureza
Además, Philip se ha pronunciado muchas veces públicamente sobre la pureza: "La gente joven no se da cuenta de qué regalo es en el contexto del matrimonio". Y se ha opuesto a la procacidad de algunos anuncios que se emiten durante los minutos de oro de la publicidad que cada año se emiten durante la Super Bowl: "Es una vergüenza. Hay que defender la inocencia de los niños".
Y para eso lo mejor es orar con ellos. Como sus hijos son demasiado pequeños para mantener la atención durante un rosario completo, todos los días rezan en familia la Coronilla de la Divina Misericordia: "Cuando se acerca el final del día y no lo hemos hecho, son ellos quienes nos lo piden".
Rivers tiene una especial devoción a San Francisco Javier, por su heroísmo misionero, y a San Sebastián, patrono de los deportistas, quien en 2008 le hizo un pequeño favor. Durante los playoff tuvo una lesión en el ligamento cruzado anterior. Cuando ya desesperaba de jugar la siguiente eliminatoria, su madre le recordó que el partido próximo coincidía con la festividad de ese santo. Le rezaron, y... Philip lo jugó.
les comparto mi columna publicada en VANGUARDIA:
ResponderEliminarGENUFLEXION EN EL ESTADIO
Por Javier Cárdenas Silva
Hoy sábado a las 19:00 hrs. un multitud de telespectadores (yo entre ellos) estaremos atentos a un rito tan humilde como personal y auténtico en un estadio de más de 50,000 enardecidos fanáticos del futbol americano.
Un joven de 24 años equipado con el uniforme de los Broncos de Denver y con el # 15 en su espalda, que cargará con la responsabilidad de conducir a su equipo a una victoria sobre los Patriotas de Nueva Inglaterra, hincará la rodilla derecha en el pasto, apoyará su brazo izquierdo en la rodilla izquierda mientras que con el otro brazo se apoyará en el casco para hacer oración. Así lo ha hecho toda su vida.
Ese rito que los medios han bautizado como “Tebowing” no es una simple reverencia de cortesía como la que se hace en una corte o en un escenario, sino el rito cristiano de la “genuflexión” que expresa el reconocimiento y gratitud de Tim a Dios vivo y presente en ese estadio.No es un rito superticioso hecho a la carrera de manera mecánica y sin conciencia espiritual, no es una rutina mágica para tener “buena suerte”, no es un simple protocolo social para mimetizarse con los demás.
Es un rito de la vida diaria y personal de Tim Tebow. Un atleta que a los 24 años es admirado por sus extraordinarios logros deportivos en el foot-ball americano colegial (trofeo Heisman, mejor atleta del año de cualquier disciplina…) y ahora en su debut profesional en la NFL ha conducido a su equipo de la mediocridad a la excelencia de los play-off.
Esta genuflexión de Tim Tebow representa su testimonio personal y cotidiano de la Fe Cristiana que ha vivido a lo largo de toda su vida, y desde antes de nacer cuando su madre se negó a seguir el consejo de abortarlo… este acto de Fe de su madre le dio la vida.
Hoy sorprende en sus declaraciones públicas cuando afirma sin disfraces no solo su posición en contra del aborto, sino su convicción de mantenerse casto hasta el día de su matrimonio. Algo aparentemente insólito en un mundo que ha fabricado el “reino de la felicidad” en el erotismo y ha ¡satanizado! la cultura de la castidad.
Su fé no se reduce a esta genuflexión, sino que la ejerce en su vida cotidiana en la que ha creado una fundación de ayuda a los necesitados y participa en ella mediante su servicio personal y su oración cotidiana.
Hoy, cuando vea a Tim Tebow arrodillarse, no crea que reza para alcanzar la victoria -Dios no tiene preferencias deportivas- sino para dar gracias por estar vivo, tener fé y amar al prójimo… aunque sea Tom Brady o cualquier otro “patriota”. xavics@hotmail.com