Richard Cohen fue gay, tuvo pareja (varias, de hecho) y hoy agradece a Dios estar todavía vivo. Lo agradece porque el hombre con el que compartió una parte de su vida murió de SIDA.
Pero la vida de Cohen tuvo un rumbo diferente cuando se dio cuenta que la homosexualidad no era algo natural. Hoy es un feliz hombre casado con una mujer, tiene hijos con ella, es terapeuta y, además de escribir libros sobre cómo sanar la homosexualidad, da conferencias.
La editorial Libros Libres publicó en España una de las obras de Coehn: "Comprender y sanar la homosexualidad". El lobby gay presionó en diciembre de 2011 y el libro dejó de ser vendido en diversos almacenes españoles. A inicios de febrero de 2012 ha visitado España y ha ofrecido algunas conferencias y entrevistas. Por su valor reproduzco aquí dos de ellas.
El primero es casi de caracter testimonial: habla cómo vivió cuando era gay y cómo se dio el cambio. En el segundo habla de la obra y detalles de vida más, así como adelantos de otras obras.
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Resulta curioso cómo donde más homofobia hay es entre los propios homosexuales: es entre ellos donde más se usa ese insulto que no podemos decir los heterosexuales -porque nos llaman homófobos-, los "activos" -que van de "machos"- desprecian y humillan a los "pasivos", etc., etc...
ResponderEliminarPero a quienes más odian es a los "arrepentidos". En efecto, muchos homosexuales sufren porque deseando a los hombres, en el fondo, saben que a los hombres, hombres, lo que les gusta son las mujeres. Es por eso que no consideran auténticos hombres a aquellos con los que se relacionan, y es por eso que los desprecian, actuando de forma auténticamente homófoba...
Muchos, en cambio, son capaces de superar ésto, como nuestro Sr. Cohen. Pues bienvenido a la normosexualidad y enhorabuena...
MR (Monárquico y Republicano)
Cuando se usa el orgullo para aferrarse a algo y convertirlo en causa, termina siendo la mejor excusa para pecar. Homosexuales desde el amor les hablo: doblen la cerviz, háganse humildes y desde el arrepentimiento y el perdón serán sanados logrando el verdadero amor en sus vidas y por sobre todo la presencia de Dios entre ustedes. Misericordia.
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